Siempre he sido reacio a contar por escrito este tipo de cosas aunque lo haya pensado más de una vez, incluso para hacer un especial del fanzine, una especie de guÃa subcultural. Nuestros lugares comunes, deberÃan ser secretos para ciertas personas, vetar que ciertas suelas los mancillen, deberÃan ser desvelados en persona, con una visita guiada paseando por las calles de cada ciudad o barrio, donde poder probar los manjares del lugar y bebernos sus mejores licores locales. Por otro lado, cuando alguien como Julio te lo pide, no te lo piensas mucho y aceptas, no te queda otra que devolverle un poco a cambio de todo lo que él da. Asà que nada, os voy a dar un paseo virtual por la ciudad libre y hanseática de Hamburgo, al norte de Alemania.
Al contrario que en otros lugares, nuestro ocio en esta ciudad se centra en un par o tres de barrios muy cercanos los unos de los otros, dejando los que están más alejados, salvando honrosas excepciones como Wilhelmsburg, convertidos en un erial subcultural. Para los que disfrutamos coleccionando discos, esta ciudad es un pequeño paraÃso, no es Londres claro, pero siempre alegra saber que hay tantas tiendas de discos de tantos estilos diferentes funcionando que hasta se editan libros con fotos, comentarios e historia sobre ellas. Una de las que aúna nuestro amor por el plástico sonoro y la elegancia en el vestuario es Selektah Shop. Situada en Schulterblatt 18 en pleno barrio de Sternschanze, de aquà puedes salir hecho un pincel y cargado con discos de música jamaicana y otros estilos como soul o latin. Además a veces organizan fiestas con ponediscos o algún concierto en la parte de abajo de la tienda y su dueño suele pinchar el primer jueves de cada mes en un local cercano. A pocos metros de allà tenéis el mÃtico antiguo teatro Rote Flora, convertido desde 1989 en centro cutural autónomo donde se realizan charlas, talleres, conciertos, fiestas y hasta veladas de boxeo. Las fiestas relacionadas con lo jamaicano suelen ir más enfocadas al dancehall, asà que no esperéis entrar y escuchar a Alton Ellis.
Caminando un poco en dirección al puerto, llegamos al barrio de Sankt Pauli, conocido por su equipo de fútbol y todo lo que le rodea. Pero antes, si nos desviamos un momento hacia el antiguo matadero, llegamos a Karolinenviertel, un pequeño barrio donde encontraremos Zardoz Records y Groove City, dos tiendas de discos muy diferenciadas. La primera, abierta a todo tipo de estilos, donde poder haceros con unos cuantos clásicos a buen precio si no sois unos tiquismiquis con el año o lugar de edición de los discos y la segunda más enfocada a sonidos caribeños. Y ahora sÃ, volvemos sobre nuestros pasos, cruzando -si es sábado por la mañana- por el turistificado Flöhschanze, y llegamos a Sankt Pauli.
Para tomar unas cervezas, ver fútbol y disfrutar de la noche, no puedes perderte el Jolly Roger, un clásico de la noche en esta ciudad. Si tienes suerte incluso puede pasar que esa noche esté pinchando el toledano afincado en Hamburgo Der Grosse Negril Bruder con su from Calypso to Colapso y escuches desde Calypso a Glam, pasando por Rocksteady, Northern o Punk77. Girando la esquina podrás llenar el buche con las patatas fritas del Kleine Pause, uno de los pocos sitios que aguantan en la ciudad sin vender muffins o frapuccinos, con camareras majÃsimas encantadas de poner en su sitio a los turistas despistados que van por ahà creyéndose los reyes de la ciudad que hayan decidido joder unos dÃas al año.
Conciertos, fiestas, allnighters… hay mucha oferta, asà que os comentaré sólo unos pocos. En el puerto, en la Sala Hafenklang, se hace uno de los mejores saraos de reggae, si tenéis suerte y lo hacen en el piso de arriba, podréis amanecer con las rodillas doloridas y vistas al segundo mayor puerto de Europa, casi nada. Treasure Sounds -que antes hacÃan conjuntamente con la difunta For Dancers Only- está organizada por Heiko y Dennis y para mi es la mejor fiesta jamaicana de la ciudad, sobre todo si podéis gozarla con buen tiempo en el Ms. Hedi, el barco que organiza fiestas de todo tipo dando distintos recorridos por los canales de la ciudad. Si visitáis Hamburgo, echadle un ojo a su programación, que merece mucho la pena que os paseen en barco, cerveza en mano, a ritmo de reggae o soul.
Otra de las fiestas en las que mejor me lo he pasado es el Cole Slaw en el Komet. A dos calles del puerto está el Komet Bar, aún sin esta fiesta de por medio, un bar donde tienes que dejarte caer, siempre con buena música, un segundo piso donde hacen conciertos y un futbolÃn, qué más queréis. Lo regenta the one & only Buster, con un gusto musical tan exiquisito como sus discos. Él organiza el Cole Slaw, en el que se escuchan sonidos jamaicanos en el piso de arriba y en el de abajo rhythm and blues, soul o popcorn. Por muchos motivos, mi fiesta favorita en la ciudad, aún habiendo vivido encima del bar y que este me haya quitado muchas horas de sueño.
No muy lejos del Komet, en el llamado Neustadt, encontraréis seguramente la mejor tienda de discos de Hamburgo, Pure Soul Records. Esta ya es seria, no esperéis encontrar chollos, aquà viene uno a dejarse su dinero en discos, sobre todo si vas a bucear en los discos que tiene a buen recaudo al lado de la caja, precios absurdamente caros, de los de pagar alquileres, de esto tiene que montar un debate Julio un dÃa en la radio. Y por último, a unos veinte metros, tenéis Casual Couture, que como su nombre indica, es el templo de la ciudad en cuanto a cultura casual se refiere.
Esto son sólo algunas pinceladas, me reservo unos cuantos ases en la manga, para conocidos y viajeros, no vamos a contarlo todo en este texto, que algunos sitios deben permanecer en el anonimato y visitarse Astra en mano.
TXEMA URDAMPILLETA