“Sí, la impresión de tu maravillosa Granada es en mí triste, tristísima, pero de una tristeza tan atrayente que me trae y me lleva como una aguja en ella. Será que tengo que llenarme de Granada hasta la boca”.
Juan Ramón Jiménez.
Querido lect@r,
La información que voy a contarte a continuación está basada en mis vivencias como “granaína” y en toda la experiencia adquirida a lo largo de una etapa de mi trayectoria laboral en una empresa turística en mi ciudad natal. Mi objetivo principal es que tu visita a Granada se convierta en una experiencia diferente, única, inolvidable y alejada de los cánones turísticos que se imponen en muchas de las guías de viaje y páginas webs de consulta masiva a la hora de organizar una escapada. Si al acabar la experiencia y regresar a casa tras poner en práctica algunas de las ideas que te propongo en este artículo se te llena la boca al pensar en lo vivido, daré por hecho que volverás a la ciudad de Gharnata. Es una certeza vital, pues habrá surgido en ti esa magia de la que hablaba Juan Ramón.
En primer lugar, te pediré que abras la mente. Cualquier ciudad ajena debe ser vivida desde el punto de vista local. Huir del turismo industrial es lo mejor que te va a pasar. Tampoco esperes que explique aquí cómo adquirir una entrada a la Alhambra o decirte que visites obligatoriamente la Catedral y la Capilla Real. Doy por hecho que tú mismo buscarás y gestionarás dicha información. Por lo tanto, vamos con la segunda sugerencia: pasa un mínimo de tres días recorriendo la ciudad. Teniendo en cuenta que la visita a la Alhambra ocupará medio día de tu viaje, el resto será cuestión de una buena organización y de descubrir los rincones en el tiempo restante. Tercera propuesta: olvídate del coche. Los lugares a los que te dirigirás están limitados por el tráfico, y los puntos de interés se localizan bastante cerca del centro. La manera ideal de desplazarte será a pie, pero si te da pereza, las líneas de transporte público te acercarán a cualquier punto de interés turístico. Y ahora… ¿llevar calzado cómodo? Obviamente, es la cuarta consigna. Además, insisto bastante y -con perdón- sé que me repito: pasear por Granada siempre será la mejor forma de descubrir sus encantos, así es que guarda tus mejores zapatos para la pista de baile en el próximo all-nighter.
Mis propuestas están divididas en dos apartados: el primero recoge lugares históricos, donde se aprecia la huella de una ciudad puramente musulmana, con sus mezquitas, sus calles estrechas, sus zocos o mercados. Después, hablo del apartado cultural y gastronómico, pues viajar también significa invertir en experiencias que aportan felicidad y, por ende, más vida.
Para empezar, pasa una mañana en la preciosa Casa del Chapiz, una casa morisca a la cual se accede desde la conocida como Cuesta del Chapiz. Tras cruzar la puerta del número 22 aseguro que te toparás con uno de los lugares más espectaculares de Granada. Por un lado, la casa con estanque y cuidados jardines repletos de arrayanes; por otro, unas espléndidas vistas de la Alhambra que quitan el hipo. A continuación, deberías perderte en el Albaicín callejeando sin rumbo fijo. En el barrio nombrado Patrimonio de la Humanidad encontrarás rinconcitos muy especiales y celebrarás con alborozo el llevar tu calzado más cómodo. Sus estrechas calles colina arriba se abren a pequeñas placitas y miradores con vistas aguardando varios atractivos que vale la pena visitar, como el palacio de Dar al-Horra, el Hamman llamado el Bañuelo y el paseo del río Darro, un riachuelo fundamental en la ciudad, pues la parte en dos, separando la colina del Albaicín de la colina de la Alhambra y el barrio judío. A mediodía, estarás pisando Plaza Nueva, la mejor representación de la dualidad del siglo XVI granadino por el esplendor cristiano y la fiebre constructiva con sus grandes y destacadas edificaciones, cuyo mejor ejemplo es la Real Chancillería; en segundo lugar, por las construcciones mudéjares que aprovecharon con maestría los artesanos, donde la techumbre de la iglesia de Santa Ana brilla por ser una de las más hermosas de Granada.
Con la mañana finiquitada, llega la hora de tapear. Mucha gente queda asombrada cuando al llegar a un bar en Granada, pide una consumición, y repentinamente, aparece el chavea -aka camarero- con un plato con montaditos, carne en salsa o tortilla de patatas. Si bien es cierto que las tapas en Granada son gratuitas, esto no quiere decir que todas sean iguales. Es importante que tengas claro qué es lo que andas buscando para no salir desilusionado. Existen zonas de tapeo dirigidas a estudiantes, donde podrás comer y beber por poco dinero, pero también hay bares donde las tapas son más elaboradas y cuidadas, y, por tanto, el precio de la consumición es mayor. En esta zona, el deleite va asociado a un par de bares parroquianos: Bar Casa Julio, famoso por sus tapas de pescado y porque siempre está lleno, y Boabdil Restaurante, donde el trato cercano y familiar lo convierte en una de esas tabernas de las de siempre, con solera, amor, gran surtido de tapas, un menú muy asequible al bolsillo y un vermut preparado por María con su especial giro de muñeca, que pronostico recordarás toda tu vida.
Por la tarde, sugerimos ir de compras por el centro. La primera parada es Subterránea Cómics Discos, un local especializado en cómics y vinilos donde además hay una agradable variedad de revistas, fanzines, camisetas y libros musicales. El dueño, Paco, apuesta por la cercanía y la amabilidad características de un buen librero, por lo que, si ves algo que te gusta, no dudes en dejarte aconsejar. También vende entradas para conciertos. Asesórate sobre algún evento musical y compra tu entrada anticipada aquí mismo. ¿Verdad que hacen falta más tiendas así?.
Otro lugar ubicado muy cerca es la Librería Bakakai, donde la cantidad de libros difíciles de encontrar que atesoran sus estantes impresiona nada más entrar. Si te gustan las librerías comprometidas y con conciencia, es un obligado destino. Y antes de acabar la tarde de adquisiciones, adéntrate en El Bohemia Jazz Café, uno de esos lugares mágicos que te engancha desde el primer momento y no deberías dejar de visitar. Es un clásico donde tomar un café a media tarde o una copa cuando cae la noche.
En la segunda jornada es hora de volver a perderse. Hoy toca hacerlo en el barrio judío, el Realejo. Ubicado a los pies de la Alhambra, está recorrido por coquetas calles en las que se aprecia muy bien la herencia sefardí. Lo único que importa de nuevo es deambular para descubrir rincones especiales, como la placeta de la Puerta del Sol, la cual conserva aún un antiguo lavadero, y goza de ofrecer a quien la encuentra unas vistas muy agraciadas del centro de la ciudad. En este barrio se cuelan algunos monumentos interesantes, como la corrala de Santiago, el Campo del Príncipe, la Casa- Museo de los Tiros o la portada plateresca de la iglesia de Santo Domingo. Pero no solo hay monumentos. Los grafitis son otro gran atractivo del Realejo. Tienen un estilo propio e inusual. Representan imágenes humanas acompañadas por alguna frase poética o una lucidez impetuosa, provocando reflexiones en quien las lee ante su contemplación. Sin duda, el barrio judío no sería el mismo sin el arte del Niño de las Pinturas.
Si en cualquier momento te apetece retomar fuerzas, el siguiente local es un servicio de “take away” donde tomar un café de extraordinaria calidad. Advierto que el minúsculo espacio será muy del agrado de todos los amantes de los sonidos jamaiquinos por varios motivos. El responsable del proyecto es Jose María Labase Martínez, la música que suena de fondo es siempre jamaicana y tanto la decoración del local como la carta de cafés, están vinculados a la isla del Reggae. Dulcimena, como esa canción del 68, es un lugar perfecto para quien aprecia el delicioso sabor, aroma y textura de un café de especialidad, además de ser un garito “dog friendly”.
Muy próxima a Dulcimena y en el mismo barrio, se asienta la Placeta de Joe Strummer, dedicada al fallecido cantante y líder de la banda británica The Clash. Joe estuvo muy vinculado en un momento de su vida a Granada y tuvo una fascinación especial por Federico García Lorca. El espacio está custodiado por más graffitis del Niño de las Pinturas y se dispone en dos niveles. No lo dudes. Compra algo para beber y comer y vete para allá. Tendrás la naturaleza cerca de la ciudad y una sombra para cobijarte del sol mientras imaginas cómo Strummer paseaba por las calles de nuestra bella GranHada.
Para pasar la tarde, acércate al Carmen de los Mártires. El “Carmen” granadino tiene su origen en algunas viviendas musulmanas anteriores a la conquista. El nombre viene de la palabra árabe “Karm”, que significa viña, viñedo o parra. Casi todos son propiedad privada, además de estar muy protegidos por una gran tapia para que no podamos ver el interior; sin embargo, en la mayoría la vegetación desborda por encima dado que la característica principal de dicha vivienda es que tiene un gran parterre con elementos característicos del jardín ornamental, es decir, flores, árboles decorativos, setos recortados, etc.; pero también elementos del jardín productivo, tales como árboles frutales y hortalizas. De este modo, podrás tener una idea clara de cómo es el tipo de vivienda típico del Albaicín y el Realejo.
Por la noche, la propuesta es cenar en un lugar con encanto, el Hicuri Art Vegan, especialista en cocina vegana y abierto desde la hora del desayuno sin descanso, por lo que no tendrás excusa para no visitarlo.
Llegado el tercer y último amanecer de tu estancia en Granada, propongo una ruta teniendo en cuenta el tiempo de descuento sobrante tras tu soñada visita a la fortaleza roja. Algunos de los rincones más emblemáticos y bellos de la ciudad tuvieron un vínculo con Federico García Lorca por haber sido residencia del poeta, lugar de inspiración de su obra o de encuentro con otros personajes notables de la vida cultural en su época. Uno es el Museo-Casa García Lorca ubicado en las afueras de la ciudad, en el mismo lugar en el que se encontraban las huertas de la vega y donde la familia residía en verano. En el Parque Federico García Lorca se halla la Huerta de San Vicente, una casa donde el poeta creó clásicos de la literatura universal como La Casa de Bernarda Alba o el Romancero Gitano. Otra propuesta es el Centro Federico García Lorca situado en el centro de la ciudad. Se trata de una institución cultural destinada a la investigación de la vida y obra de Federico, así como a la difusión de su producción literaria. Por desgracia, no encontrarás una sola referencia visible a muchos otros sitios pequeños relacionados con el poeta en ninguna de las fachadas de Granada, ni existe una ruta señalizada sobre los lugares lorquianos. Como en muchos otros lugares del mundo, Granada aún tiene deudas por saldar en este aspecto con una de sus celebridades artísticas y culturales más universales.
Resumiendo. Granada es un destino monumental, lleno de historia y leyendas, con mucho encanto y simplemente maravilloso. Mi deseo de corazón al finalizar tus vivencias en ella es que te sumes a Washington Irving y otros viajeros y viajeras, quienes, tras marchar, sintieron de nuevo una impaciencia enorme por regresar a mi ciudad.
Escrito por: SoulSolete
De la mano de Alma por mi ciudad, qué bonitos recuerdos!
Gracias por tu artículo.
Gracias por dar a conocer algunos lugares q no conocía de tu ciudad. Para la siguiente visita me encontraré con ellos. Working Class Records