“Las drogas, estaban a la orden del día, sobre todo en el mundo del R&B. Pero no fueron vistas como un problema hasta pocos años después, en los mismos años 60”. Erma Franklin, 1962.
Como casi siempre digo en mi podcast —Keep the Soul Alive Soul System—, los caminos del Soul son variados, pero a veces, trágicos y sórdidos. Lamentablemente, la vida de nuestra protagonista es un claro ejemplo de ello: su trayectoria siempre estuvo íntimamente ligada a los paraísos artificiales proporcionados por una “dama blanca”. Hoy nos visita, la magnífica, Esther Philipps.
Esther Mae Jones, nació en Galveston, Texas, en 1935. El divorcio de sus padres cuando era una adolescente, hace que divida el tiempo con su padre en Houston, y con su madre en la zona de Vatts, Los Angeles. Como todo cantante de su generación, se inicia cantando en la iglesia; vista su valía por el clan familiar, le aconsejan participar en los famosos talent shows de la época —bueno, digo de esos años, en realidad, siempre han existido, incluso en la actualidad—, pero no se muestra muy por la labor.
Pese a ello, y con la insistencia de su hermana, gana con 14 años, el celebrado en el Barrelhouse Club, propiedad del legendario, Johnny Otis, cantante, músico, compositor, productor y sí, descubridor de talentos —Etta James, Big Mama Thornton, Johnny Ace, Jackie Wilson, Hank Ballard—. Siempre se la ha considerado, el “Padrino del R&B”.
Otis queda tan impresionado con la actuación de Philipps que la incluye a su travelling revue, The California Rhythm and Blues Caravan, bajo el pseudónimo de Little Esther. También graba un single en su sello, Modern Records.
Tiempo después, se rebautiza a sí misma —pensando que era ya demasiado mayor para llamarse “pequeña Esther”—, como Esther Philipps, eligiendo el apellido de una gasolinera cercana.
Y con 15 años, llega su primer éxito, ‘Double Crossing Blues’, junto al Johnny Otis Quintette y con el acompañamiento vocal de The Robins; se edita en Savoy Records y va directo al número 1 en las listas R&B.
Johnny Otis Quintette and Little Esther
Double Crossing Blues
Con el mismo grupo de apoyo, y en el mismo año (1950), consigue también dos primeros puestos con ‘Mistrusting Blues’ y ‘Cupido Boggie’. Singles posteriores de ese mismo período, ‘Misery’, Wedding Boggie’, ‘Deceivin’ Blues’ y ‘Far Away’ se cuelan en el Top 10. Creo, que pocas artistas, no solo del R&B, sino de todos los géneros, tuvieron tal éxito a esa edad y en su primer año de carrera. Os invito a investigarlo, yo, ya estoy en ello…
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Little Esther Phillips
Cupid’s Boogie
Little Esther
Ring A Ding Doo
Empieza ya a toquetear con la heroína y a mediados de la década, profundiza en su dependencia, convirtiéndose en adicta; este hecho, unido a no trabajar ya con Otis y, sobre todo, y el más amargo, ser testigo de la muerte “accidental” de Johnny Ace por un disparo, el día de Navidad de 1954, la hunden en el pozo más profundo, en el infierno existencial.
Poco después, regresa a Houston para vivir con su padre e intentar salir del crudo ambiente en el que se había integrado. Con escaso poder monetario, trabaja en pequeños clubes nocturnos, llenos de humo y alcohol, por todo el Sur. A partir de aquí, su vida está marcada por periódicos internamientos en el hospital de Lexington, Kentucky, para tratar su adicción.
Sin lograr totalmente su rehabilitación —de hecho, nunca lo hizo—, llegamos a la década de 1960. En 1962, mientras actúa en uno de los tugurios habituales de Houston, la descubre el inefable, Kenny Rogers, que la consigue un contrato en la discográfica, Lenox Records, propiedad de su hermano, Lelan Rogers. Parece iniciarse así una remontada que culmina con la grabación de, ‘Release Me’, número 1 en R&B y puesto 8 en el Hot 100 Billboard. Después de algún single de mediana repercusión con el sello, ficha por la poderosa, Atlantic Records —como sabréis, y si no os lo digo yo, etiqueta importantísima en el desarrollo del Soul en USA; casi en el mismo nivel que Motown o Stax—.
Esther Phillips
Release Me
En 1965 se lanza su adaptación de ‘And I Love Him’ de mis queridos, Beatles, y, sin género de duda, una de las mejores versiones de todos los tiempos.
Esther Phillips
And I Love Him
Casi alcanza el Top 10; poco después viaja a Inglaterra para comenzar sus primeros espectáculos internacionales. Otro de sus éxitos para Atlantic es ‘Try Me’, escrita por el nunca suficientemente bien valorado, Jimmy Raddcliffe, con un sensacional solo de saxo del gran, y también prematura y trágicamente desaparecido, King Curtis.
ESTHER PHILLIPS
Try me
1966 arranca y llega una de las cumbres de su trayectoria, la adaptación del clásico, ‘When a Man Loves a Woman’ de otra leyenda, Percy Sledge, que ella titula, lógicamente, ‘When a Woman Loves a Man’.
TEMA WHEN A WOMAN LOVES A MAN
Con su adicción en aumento, vuelve a rehabilitarse. En el centro, conoce al cantante, Sam Fletcher, “el hombre con la voz dorada”, que la ayuda a componer. Y mientras dura el tratamiento graba algunos temas para la etiqueta, Roulette, producidos por Lelan Rogers. Estamos en 1969 y la cantante, vuelve a Los Angeles y actúa en el Jett Pied Piper Club a finales de año, gracias a su amistad con Fletcher, que también le produce su álbum, ‘Burnin’. Su siguiente paso es ya en el año entrante, actuar con el Johnny Otis Show en el Festival Jazz de Monterey.
En su segunda década como vocalista, ficha en 1971, con Kudu Records; en 1972, llega su para mí, y muchos fanáticos de la música del Alma, su obra maestra, ‘From a Whisper to a Scream’. El tema con el que se abre el álbum, el escalofriante, ‘Home is Where the Hatred Is’, escrito por el poeta maldito del Soul, Gil Scott-Heron, un canto agrio , de manera casi autobiográfica, a la adición a las drogas; una canción que suena a barrio, a calle, a espera en la esquina la llegada del dealer. El tema fue nominado a los Grammy, pero perdió ante Aretha Franklin que amablemente le entregó el premio a ella, declarando que era Philipps la que debería haber ganado.
Esther Phillips
Home is where the hatred is
Pero el disco, no es solo esa memorable canción…es, ‘From a Whisper to a Scream’, del maestro, Allen Toussaint, sugerente, con la aterciopelada voz de Esther, recorriendo nuestro cuerpo; ‘To Lay Down Beside You’, arrebatadora balada de profundo soul, dulce y amarga a la vez; ‘Till My Back is not Got to Bone’, cover de Eddie Floyd llevada al terreno funky y soul jazz característico de la artista en ese época, y que quizás, os recuerda a la añorada, Amy Winehouse; la festiva, ‘Sweet Touch of Love’, también de Toussaint, con unos coros deudores de la mejor época de la Motown; fin, una obra capital que debería estar en vuestra discoteca y que gana grandeza en cada escucha.
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Esther Phillips
From A Whisper To A Scream
En 1975, publica su visión de un tema eterno, ‘What a Difference a Day Makes’, de la diosa, Dinah Washington; se convierte en su mayor éxito desde el primigenio, ‘Release Me’. Alcanza el Top 10 en listas de singles británicas, y el Top 20 en las americanas.
esther Phillips
What A Difference A Day Makes
Continúa grabando y actuando durante toda la década y principios de los 80, dejando para deleite de todos, 7 álbumes en Kudu y 4 en Mercury Records —ficha con ellos en 1977—. Si bien no son obras maestras, y la mayoría pasaron sin pena, ni gloria, sí que son totalmente reivindicables aunque alguna peque en exceso de sobreproducción discotequera.
Su último trabajo es ‘A Way to Say Goodbye’, grabado dos meses antes de su muerte, pero lanzado en 1986, en el pequeño sello, Muse.
Esther Phillipps
A Way to Say Goodbye
Su adiós fue el 7 de agosto de 1984 en el UCLA Medical Center de Carson California, debido a una cirrosis hepática debida al abuso que ya todos conocéis. Tenía 49 años.
Fue enterrada en una pobre sepultura en el Lincoln Memorial Park de Compton; los funerales, los ofició su descubridor, Johhny Otis.
Y os dejo con una cita del capo de Atlantic Records, Ahmet Ertegun: “Tenía 19 o 20 años y cantaba como un ángel. Algún tiempo después, recuerdo lo que para mí fue un hecho histórico, cuando Otis Redding, Phil Spector y yo fuimos a escuchar a Esther a un pequeño club; Otis se levantó y cantó algunos duetos con ella, y al terminar la actuación, los cuatro nos marchamos de juerga hasta la mañana siguiente”.
Magnífico descubrimiento, algo suyo seguro que habré escuchado pero no la tenía controlada.
Y que su último trabajo se llamase ‘A Way to Say Goodbye’ es toda una demostración de tener clase hasta el último momento (como Brian Jones con ‘No Expectations’, o tanta gente con títulos de despedida a su altura).
¡Gracias por ilustrarnos, aquí siempre se aprende!
Gracias por leernos!!. Se agredece mucho tus palabras.