Más allá de los litros

Hoy en día hablar de cervezas no es nada fácil, tantos estilos y dentro de ellos tantas clases que es para volverse loco… Llegas a un bar con diez grifos en la barra, una pizarra con siglas, números y palabras en inglés y como tú eres más de litros en el parque te terminas poniendo nervioso y pidiendo un tercio de la primera marca comercial que ves. Si te ha pasado esto alguna vez y no has querido repetir la experiencia, lee este articulo y quizá le des una segunda oportunidad a ese bar del que hablan tan bien.

Lo primero de todo es no tener miedo a reconocerse profano en el mundo de las cervezas artesanas. Ninguno hemos nacido sabiendo y nadie lo sabe todo de este cada vez más amplio mundillo. Los camareros suelen ser amables y siempre están dispuestos a echarte una mano y hacerte una serie de preguntas, que si respondes con sinceridad, serán bastante útiles. ¿Te gustan los sabores frescos y frutales? ¿te gustan tostadas? ¿Alta graduación o quizá algo ligerito? cuanto más sinceros más cerca estaremos de descubrir una cerveza y quizá un estilo que nos haga empezar a plantearnos el darle una oportunidad.

Es importante leer el nombre y el estilo que finalmente nos sirvan, con estos datos podemos buscar e informarnos.

En los estilos cerveceros lo más común suelen ser las Lager, Pilsen, IPAS, Stout, Porter y Weiss. Hay muchos más, está claro, y dentro de esos tipos, miles de variaciones, pero esto no es un texto científico para analizar y exponer, es una pequeña guía impartida por unos beodos de barrio.

Como daréis por hecho, por ser del mismo estilo no tienen el mismo sabor. Cada marca juega con las cantidades y las variedades de los cinco elementos clave para empezar a hacer el preciado fermentado: Agua, lúpulo, malta, cebada y levadura. También se pueden añadir otros ingredientes para aportarle otros sabores y matices. Las recetas, cuanto más especial es la cerveza más diversas y complejas son. Ahora se encuentran lácteos, frutas, dulces y todo lo que puedas imaginarte. Hemos llegado a probar cerveza de chocolate con churros, otras con sabor a licor de coco y sin olvidar las míticas noruegas ‘’DESSERT IN A CAN’’ que traducido quiere decir ”postre en lata” y la verdad es que no engañan. Los sabores pueden alterarse de muchas formas, hay cervezas que son envejecidas en barricas de whisky, vino o brandy, que le aporta unos toques dulzones y un carácter particular.

Las marcas comerciales hace tiempo que vieron el auge del movimiento Craft y obviamente quisieron sacar su tajada del pastel. Mahou sacó la IPA y la Maestra en todas sus variedades. Cruzcampo se animó con su propia IPA, APA y Pale Ale. Sin ir más lejos, en la mayoría de supermercados ya podemos encontrar una estantería llena de tercios y latas que tratan de encandilarnos con sus llamativos colores, pero, si queréis probar una buena cerveza habrá que ir a un sitio en el que entiendan de cervezas. No todo vale, que luego pasa lo que pasa… preguntas si le gustan las IPAS y dicen que no, que probaron la de Mahou y eso no es para ellos. A parte de los bares también podemos encontrar tiendas especializadas en cerveza artesana donde podremos encontrar cientos si no miles de referencias. En Madrid centro una de las más importantes es ‘’MAS QUE CERVEZAS’’ ubicada en el número 32 de la calle León (metro Antón Martín). Donde con una gran sonrisa os explicarán y os abrirán a alucinar con cada trago. No nos patrocinan, pero siempre nos han tratado tan bien que merecen una mención.

Si hasta donde has leído hemos captado tu atención y ya estás pensando en acercarte a probar nuevas cervezas, hay una cosa de la que también debemos hablar… Los precios. La gran mayoría de estas marcas son pequeñas y no cuentan con producciones de millones de litros como los gigantes del sector, sus lúpulos suelen ser importados de otros países y los gastos de envasado se disparan. por eso, no hemos de sorprendernos por ver una lata de cerveza a más de dos euros. Recuerda que estas a punto de probar algo distinto, quizá te encante o quizá no, pero darle la oportunidad es el primer paso. Hay latas de 33cl que superan los siete euros y hay auténticas maravillas por dos euros. Estamos acostumbrados al racaneo en el bebercio y es algo que aquí no se puede aplicar. Es un vicio caro, pero merece la pena. Dependiendo de tus gustos podrás encontrar el auténtico placer de disfrutar una Imperial stout o una Barley wine en una noche lluviosa o quizá una DIPA en un día soleado. Pero recuerda, para llegar a estos placeres tienes que lanzarte y probar. Total… se trata de beber y si has leído hasta aquí es que te gusta el buen beber.

Escrito por: A. González ( Maestros Beodos )