Tobi se sube al coche. Polo, gafas y ojeras, jurándose que la próxima vez se quedará sólo dos noches en vez de tres. Espera recordarlo cuando llegue el próximo weekender mientras arranca y huye del hotel. El iPod falla de repente y saca una cinta de la guantera. La pone y la música empieza a sonar: so, fee-fi-fo-fum, look out baby, ’cause here I come… ¿de cuándo es esto? ¿1987? ¿Cómo he llegado hasta aquÃ? ¿Cómo empezó todo?
Con la música, claro.
Parte 1. Away from the numbers
Los viejos discos de jazz de sus padres, los primeros grupos de punk y la sensación de estar solo en Wesel, un pueblo de la cuenca del Ruhr de unos 30.000 habitantes, o de querer estarlo de motu propio, como cantaban The Jam, away from the numbers is where I’m gonna be, away from the numbers is where am free. Las preguntas que muchos nos hemos hecho ¿Quién soy?¿Dónde está mi lugar?
Tobi empieza a ir a sus primeras fiestas en casas de amigos, en bicicleta claro, no habÃa manera de que le comprasen una moto. Las primeras tardes intercambiando discos, escuchándolos y grabándolos en cassettes, descubrir el libro de Mods de Richard Barnes y venerarlo cual libro santo, conseguir revistas y soñar con la ropa que aparece, ese tipo de cosas abrieron un nuevo mundo para él.
Poco a poco va entendiendo más cosas acerca de esa nueva vida, conociendo los códigos, los nombres, las lamentables jerarquÃas y las frustraciones que conllevan al pensar que no consigues hacer las cosas bien, que no aciertas o no terminas de encajar. Una búsqueda y aprendizaje constante, de escuchar más y más y más discos a la vez que creces e intentas ganar la batalla contra el aburrimiento.
Parte 2. Ska dee wah
Cuando sus amigos empiezan a meterse de lleno en la psicodelia, a abandonar lo que él creÃa que signifcaba ser mod, justo cuando no sabe qué hacer y quiere abandonar, The Ethiopians y su tren del ska irrumpen en su vida, y con él, los skinheads.
En mitad de su propia historia, Tobi nos lleva de visita a otros tiempos y lugares, a los pubs del East End en 1968, Brighton, Stamford Bridge y el fútbol, scooter runs y conciertos de Desmond Dekker…nos muestra la camaraderÃa, las peleas, la sensación de pertenencia. No importa el estatus, importa pasárselo bien.
Poco a poco también ve cómo sus amigos van metiéndose en el mundo de las drogas aunque para él sus dealers sean los vendedores de discos. Cambian amistades, parejas, prioridades, pero al final lo que sigue permaneciendo es su amor por la música, ya sea pop, ska o reggae.
Parte 3. Soul galore
1974 en Manchester, las colas en el Wigan Casino, las pastillas, los bailes, los polvos de talco y el northern soul. Empieza su carrera universitaria en Düsseldorf, hace algunos trabajos ya como dibujante, cada vez viaja más a fiestas y salidas con scooter que terminan en noches llenas de soul, rodeado de mods, skinheads, punks y rockabillys y de otros estilos musicales más modernos que van entrando con fuerza en las fiestas.
También ve cómo la violencia está cada vez más presente, demasiadas veces viviendo del lado de los skinheads que han abrazado el nacionalsocialismo, entre ellos uno de sus mejores amigos al que han ido perdiendo poco a poco sin poder hacer nada al respecto, y a los que cuesta echar de las fiestas a pesar del rechazo que generan en la mayorÃa de la gente que sólo busca pasar un buen rato.
Parte 4. Look at me now
Los viajes por toda Europa a weekenders se van sucediendo, desde los más concurridos hasta los más desconocidos en pequeños lugares. Conciertos de Big Boss Man, Sharon Jones & The Dap-Kings, James Taylor Quartet, Bobby Hebb, incluso la primera fiesta organizada por él y sus amigos. Un par de encontronazos nocturnos que acaban mal, ver que no entra casi gente joven o nueva, que todo envejece y él, desde luego, también.
Al final, llegando a casa con su familia, se pregunta porqué sigue haciendo lo que hace, pasando varios dÃas sin dormir y amaneciendo cansado y dolorido. Se pregunta si terminará alguna vez ese hambre cuando descubre un tema nuevo, la sensación que tiene cuando está en la pista bailando y sobre todo, qué serÃa de su vida sin la música.
Cada viñeta o doble página de Fahrradmod merece que nos paremos durante un momento, fijándonos en los detalles que el dibujante nos regala.
A él le conoceréis seguramente por ver sus ilustraciones en internet, en cartelerÃa como la del festival This is Ska de Rosslau, carteles de conciertos, flyers de fiestas como el Kings&Queens o algún dibujo para sellos como el de Alex de Copasetic Mailorder.
Es una obra que duró algo más de ocho años y que Tobi Dahmen fue colgando poco a poco en su web, tanto en alemán como en inglés. En 2015 vio por fin la luz en papel y cabe destacar la edición en tapa dura de más de 470 páginas que ha editado Carlsen. Una novela gráfica preciosa, bien encuadernada y que espero que en algún momento se edite, como mÃnimo, en inglés.
Finalmente os dejo con un enlace hecho por el propio autor con canciones relacionadas con el cómic.
ESCRITO POR: TXEMA URDAMPILLETA.
Comment
SerÃa una bendición!!!