Un día me paré a pensar de dónde viene mi afición a ese ritmo sincopado que podríamos llamar ska o rocksteady, o reggae o cualquier variación. No sabía si me venía de la canción Come ranas de Seguridad Social, que machacaron por las radios a finales de los 80’s, o el tema Aquí no hay playa de The Refrescos, con el que nos bombardeaban en los programas infantiles de aquella época; también podían ser los cassettes que rulaban de Kortatu, Skatalà o Potato por las clases de EGB.
Que equivocado que estaba.. el ska llevaba acompañándome desde mucho antes de lo que pensaba, justo desde el momento que empecé a ver la tele.
Mi primera droga fué la tele y me chiflaban los subidones que me proporcionaba ver mis programas favoritos, que eran los dibujos animados. Todos los niños esperábamos los fines de semana, antes y después del telediario, para ver los dibujos que echaran, después ya vendrían las sesiones matinales para ampliar las horas que estaríamos delante de la caja tonta.
El día de la revelación fue cuando escuché Montego Bay de Freddie Notes & The Rudies, no paraba de pensar que esa canción la había escuchado, no sabia donde ni cuando pero me sonaba muchísimo. Estuve días, me atrevería a decir años, intentando recordar de donde había escuchado esa canción hasta que me vino a la mente esa canción tan pegadiza que me había aprendido de niño, de una serie que ni siquiera miraba, la serie era la Aldea del Arce, serie hecha para vender unos muñecos llamados Sylvanian Families.
Realmente mi memoria era una mierda porque no era la misma canción, aunque se parecen bastante, pero lo bueno es que la canción de la Aldea del Arce se me había quedado en la cabeza y no era uno de los hits de aquellos tiempos como He-man, la Abeja Maya, Dragones y Mazmorras o Dartacan (qué grandes momentos nos dio este perro y con banda sonora con sorpresa).
Esto me hizo replantearme si la magdalena de Proust funcionaba con la conexión que había entre el ska y aquellos momentos de felicidad infantil delante de la tele. Puede ser que tenga añoranza de aquellos momentos.. no sé, ya se lo preguntaré a mi psiquiatra. Lo que sí es verdad que mi infancia fue justo en la segunda ola del ska, cuando el 2tone se puso de moda y eso afectó a la música comercial del momento.
Grupos como Parchís, Regaliz o Nins usaban los ritmos de moda para que los chavales movieran el esqueleto. Estos mismos grupos hacían las bandas sonoras de los dibujos, así que tampoco era tan rara la coincidencia de que usaran esa música sincopada.
Aquí os dejamos un ejemplo de aquellas canciones que nos grabaron a fuego en el cerebro la música que nos transmitiría diversión y alegría por muchos años.
Quizás algunas de las canciones no son ska propiamente, a veces es solo una melodia y otras veces solo un trozo de la canción. Esperamos que os haya gustado este viaje al pasado y si tenéis más canciones que podamos añadir, serán bienvenidas.
Como decía Iker Jimenez.. “yo no soy nostálgico, porque ya no quedan nostálgicos como los de antes.”