En el 63 o el 64, llegaba mucha música Soul estadounidense a Jamaica. Tenía tanto éxito entre el público que la gente de los sound systems competía por ella igual que había pasado con el R&B. Y no sólo eran los sound systems, también los grupos, como yo con los Mighty Vikings, teníamos que estar al día (..) >>. Me doy el gustazo de cederle la introducción del artículo de hoy a nuestro protagonista, Derrick Harriott.
Esta nueva música Soul, como los discos de Motown, tuvo un impacto increíble en Jamaica, no solo porque sonaran discos en la radio, sino porque también había artistas que venían de gira (..)>>. El conjunto más influyente y que más veces visitó la capital, fueron The Impressions; cuyas canciones fueron pasto de potentísimas versiones en el repertorio rocksteady: ‘Queen Majesty’ y ‘You dont´Care’ de los esenciales, The Tecniques —estas dos adaptaciones tenían el título cambiado de la original— o el legendario, ‘Gypsy Woman’, por los también clásicos, The Uniques. La sombra de Curtis Mayfield y compañía fue alargada en la música jamaicana…
Pero esa explosión de la que habla Derrick —de nueva escuela, no R&B—, no duró mucho y apenas se recuerda; sí, que fue importante para crear un puente entre el Ska y el Rocksteady.
Desde el principio de su carrera, Harriott, defendió un estilo cautivador y sofisticado que se inspiraba directamente en la música negra que estaba en plena ebullición en USA y que, con la combinación de Doo-wop, R&B, Soul y el sonido de la isla dio lugar a, sin duda, las grabaciones más auténticas y populares jamás grabadas en Jamaica.
Voy a poneros en antecedentes…
Derrick Clinton Harriott nace en Kingston el 6 de febrero de 1939. Desde pequeño muestra especial interés por todo lo que tiene que ver con la música; forma con sus compañeros de clase de la Excelsior High School, el cuarteto, Harmonisiers a los que sigue, con su colega de andanzas, Claude Sang Jr, el dúo, Sang & Harriott. Actúan en varios conjuntos de talentos al mismo tiempo que aprovechan sus ratos de ocio para practicar armonías vocales. Tras su victoriosa actuación en el famoso, Opportunity Hour, de Vere Johns, y con sus ahorros, graban una demo en el estudio de Stanley Motta. La canción es, ‘Lollipop Girl’.
Al poco tiempo, una copia de la canción llega al Thunderbird Disco sound system, alcanzando gran popularidad que hace que una de esas grabaciones caiga en manos de los capos, Coxson Dodd y Duke Reid —estos dos nombres merecen casi un libro aparte, pero bueno, todo se andará—. Lo que podía ser el comienzo de una carrera espectacular para los dos amigos, se va al traste cuando Sang acepta un trabajo en Barbados y deja Jamaica.
Pero, para nuestro protagonista, esto no supone ningún revés, forma el grupo, Jiving Juniors, junto con un hermano de Sang y dos cantantes locales; recién formado comienzan ya a impresionar en talent shows y atraen el interés de las primeras discográficas de la isla.
Aunque parece que el éxito está asegurado, Harriott, hombre de “culo inquieto”, decide mudarse a NYC con lo que cualquier proyecto de contrato discográfico, queda en el limbo. En la Gran Manzana, vuelve a contactar con su colega, Claude Sang, y dos jamaicanos exiliados y da forma a una versión de los Jiving.
A finales de 1959, reciben una llamada del productor, Duke Reid, para grabar una nueva adaptación de “Lollipop Girl” y regresan a la tierra madre. Cuando sale a la venta el single, grabado en Federal Records, se convierte en favorito en los principales sound systems.
Es el primero de una ristra de hits que atraen también la atención del otro gran productor del momento, Coxson Dodd que les ofrece mejores condiciones; con él, graban otro puñado de fabulosas composiciones, entre las que destaca por méritos propios, ‘Over the River’, 1961.
Pese a todo esto, el beneficio económico es insignificante y deciden en ese mismo año, su regreso a New York donde comienzan a financiar sus propias grabaciones, en los aclamados estudios, Mirasound de la ciudad. De esas sesiones, salen, la maravillosa, ‘Sugar Dandy’ y ‘Andrea’ que convierten a Jiving Juniors en uno de los principales grupos de Jamaica y convierten a Harriott en el primer cantante en dejar huella como músico independiente.
Otra vez alentado por el éxito de sus trabajos en la isla, decide volver otra vez en 1962, pero lo hace solo ya que sus compañeros no se quieren mover de la ciudad con lo que Derrick deshace el grupo.
Ya en Jamaica, inicia su carrera en solitario con temas para la eternidad del tallaje de ‘I Care’, ‘What can I Do’ o ‘The Jerk’, recopilados en el primer álbum del artista, ‘The Best of Derrick Harriott’.
Además de sus trabajos en estudio, actúa con las principales bandas jamaicanas por toda la isla, perfeccionando su imponente carisma escénico. Estos años resultan ser una esplendorosa época para el cantante y futuro productor aunque lo mejor está por llegar con la aparición del Rocksteady que le convierten en una de las figuras legendarias independientes más importantes de Jamaica.
Como su inabarcable interés musical, no conoce límites, abre su primera tienda de discos en el 125 de King Street; allí hace un seguimiento de los gustos musicales de los compradores de discos. Aparte, sigue sumando puntos en su carrera musical al acompañar a los fantásticos, The Mighty Vikings.
Nos situamos ahora en 1967, el Rocksteady está en pleno apogeo y Derrick quiere engrandecer esta fabulosa época produciendo tanto a grupos y solistas —Keith & Tex, Lloyd & Glen y Rudy Mills—, como llenando de gloria el cancionero jamaicano con sus composiciones: ‘The Loser’, sin duda una de sus cumbres creativas, ‘Solomon’ o su ardiente cover del oscuro tema de los Tams, ‘You Might as well Forget Him’.
En al año siguiente, continúa la batería de triunfos para nuestro hombre: ‘Do I Worry’, ‘Tang’, ‘Standing In’; además sus producciones para el básico, Rudy Mills, y su leyenda, ‘John Jones’ o el tremendo, ‘Sufferer’ para los Kingstonians. Mientras varios productores intentan adaptarse al estilo imperante en la isla —Early Reggae que en su adopción británica pasó a denominarse, Skinhead Reggae—, Harriott, demuestra su savoir faire y comprensión de la música en todo proyecto en el que se ve involucrado.
Van pasando los meses y el legado de Harriott se va convirtiendo en indiscutible con varios singles, el álbum, ‘The Sensational Derrick Harriott Sings Jamaica Reggae’o ‘Rudy Mills Reggae Hits’ que son lanzado en Gran Bretaña en el sello, Pama.
Tengo que añadir que a su éxito como creador de música independiente, hay que sumar el modesto, pero elegido catálogo de artistas que le acompañaban, tanto para las producciones como a los que representaba.
A finales de la década, deja de cantar con Mighty Vikings, debido a que entre tocar en vivo, administrar su nueva tienda de discos, One Stop Record Village, lanzar su discográfica, Musical Chariot, y otras cuestiones, tiene que racionar su tiempo.
Ya más libre para dedicarse al estudio, continúa con más éxito durante todo la década de 1970. A sus recordados trabajos con Crystalites, Kingstonians, Ethiopians —memorable su álbum, ‘Freedom Train’—, el DJ convertido en cantante, DJ David Scott, sigue copando las listas con el deslumbrante, ‘Psychedelic Train’ y alucinantes covers del glorioso, ‘Message for a Black Man’, de Temptations o el “Ningún Hombre es una Isla”, de su compatriota, Dennis Brown. Comentaros que Psychedelic fue lanzado en Reino Unido por Trojan Records, convirtiéndose en uno de los discos más vendidos de 1970.
En 1971, la revista, Swing, le nombra, mejor productor de 1970.
Van avanzando los años y el talento descomunal de Harriott sigue regalando a la música joyas como los álbumes, ‘Schooldays’ de Scotty, ‘Super Reggae & Soul Hits’, del gran, Dennis Brown, ‘Hit after Hit’ de los imprescindibles, Chosen Few u otro de los hitos de su ya abultada discografía, ’14 Chartbuster Hits’. Su presencia, por tanto, en las listas de Reggae de Jamaica y Gran Bretaña, es prácticamente omnipresente.
Y continúa innovando, tanto en sus producciones, como en sus composiciones propias; además es el primero en contar con el maestro pionero del Dub, King Tubby, remezclando su mejor trabajo, ‘Scrub a Dub’, uno de los primeros discos de dicho estilo de la historia.
Fiel a sus raíces y concorde al tiempo que le tocaba vivir, siguió con un estilo de reggae más acorde con sus inicios que con la moda imperante y más radical, el Roots; seguramente, en otra figura del movimiento esta decisión le hubiera pasado factura, pero Derrick, era Derrick, y su suma de triunfos, siguió incrementándose: el hipnótico y cautivador,‘Brown Baby’, ‘Some Guys have all the Luck’, ‘Dancing the Reggae’, el maravilloso, ‘Fly Robin Fly’, que poco después elevó a la cima el trío, Silver Convention, y muchos más que formaron partes de las excelentes recopilaciones, ‘Greatest Reggae Hits’ y ‘Reggae Disco Rockers’.
Durante los años finales de la década, permanece a la vanguardia musical tanto con sus protegidos, Winston McAnuff, Ray I, Sly & The Revolutionaries o la inmensa brillantez de su sobrina, Kim Harriott, como, por supuesto, con su producción propia: ‘Roamer’, puro Deep Soul, ‘Born to Love You’ o ‘Soul Sister’.
Y en los 80, no creáis que el nivel alcanzado hasta ahora baja un ápice, todo lo contrario, se va adaptando a las nueva tecnologías de grabación digital y lanza una serie de canciones que engrandecen, más si se puede a estas alturas, su imponente legado: ‘Skin to Skin’, en 1985, ‘Checking Out’, y tres años más tarde, su mágico dúo con Yellowman, un épico tema sobre el huracán Gilbert, ‘Starting all Over Again’.
A mediados de los 90, cree que ha llegado un merecido tiempo de descanso y deja la música para centrarse en su tienda de discos de Kingston, One Stop, abierta en 1973. Pese a esto, continúa lanzando álbumes en solitario del calibre de ‘For a Fistful of Dollars’, el incomensurable, ‘Riding the Roots’ o ‘Derrick Harriott & Giants’.
En julio de 2002 actúa, durante dos noches, en el festival, celebrado en Toronto, Canadá. Legends of Ska, junto a Skatalites, Prince Buster, Lord Creator u otro nombre de leyenda, Derrick Morgan. Huelga decir que su presencia fue antológica.
Derrick, continúa actuando de vez en cuando, tanto en festivales, como en solitario, colaborando y produciendo a leyendas de la isla y grupos nuevos y, cómo no, regentando su tienda de discos.