Blue Cat
Blue Cat fue un subsello de Trojan Record . Con apenas un año de duración 1968-1969 , llegó a editar 75 singles.
Grandes joyas del Early Reggae en su clásica galleta amarilla, vigilada por un característico Blue Cat.
Blue Cat fue un subsello de Trojan Record . Con apenas un año de duración 1968-1969 , llegó a editar 75 singles.
Grandes joyas del Early Reggae en su clásica galleta amarilla, vigilada por un característico Blue Cat.
Ya tienes en Madrid tu sitio ideal, para tomar unas buenas cervezas y disfrutar de la mejor música.
Shanty Town llega a pleno corazón de Vallekas, justo en el Mercado de Nueva Numancia ( Calle de Josefa Díaz, 4, Local 28, 28038 Madrid ). UN sitio ideal para beber cerveza artesana, a buen precio y escuchar la mejor música Ska, Rockscteady, Early Reggae, Punk y oi!.
El local esta regentado por miembros de la madrileña banda Madrid Ska Foundation . Así que ya sabes, pásate a tomar unas birras , pero sobre todo a apoyar tu escena local.
The Magnetics saca nuevo trabajo en forma de single, en esta ocasión.
The Magnetics es una banda milanesa formada en 2017, gracias a Olly Riva. Están influenciados por los sonidos de los años 60’s como Rocksteady, Early Reggae o Rhythm N Blues, sin dejar de lado el Ska Jazz o el Latin. La banda cuenta con un total de dos Lp’s y tres singles.
Su primer Lp saldría en el año 2017 bajo el titulo “Jamaican Ska” . Un Lp , en el que el titulo del trabajo, no da lugar a dudas de lo que vamos a encontrar en él. Doce de temas de Ska, con sabor Jamaiquino. Cerrando con una versión de la canción “Volaré”, del popular cantante italiano Domenico Modugno .
Ya en 2019 vuelven a sacar Lp, en esta ocasión con el titulo “Coffee & Sugar” . Esta vez encontramos catorce cortes, con alguna colaboración como la de Mr. T-Bone . También descubrimos alguna versión como es el clásico “Shake your tail father” . En definitiva, un Lp variado en el que encontramos diferentes estilos desde ska, rocksteady o early reggae . De este Lp salió un single con los temas “Coffee & Sugar” y “Come Prima”.
El pasado viernes 26 de Junio presentaban su nuevo tema titulado “Cuba Libre” . Una canción de “Latin Jamaican Ska” , que de seguro os hará bailar “al Son” .
¿Será el preludio de un nuevo Lp?
de Romain Dutter y Bouqé. Editorial Dibbuks. 2019.
“Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes”.
Isaac Newton.
La música es un arte que llega a todas partes, nos mueve y nos invita a sentir. Que una banda dé un concierto es algo mágico; un puñado de artistas con sus respectivos instrumentos sube a un escenario, tocan los primeros acordes de un tema y son capaces de remover múltiples sensaciones entre el público asistente. Incitan al baile, al cante, provocan risas, llantos, reflexiones y -muchas veces- cambian nuestra propia vida sin esperarlo, incluida la de aquellas personas que viven tras unos barrotes.
Romain Dutter trabajó como coordinador cultural en el Centro Penitenciario de Fresnes (Francia) durante diez años, luchando para realizar conciertos en la cárcel como parte del acceso vital a la cultura entre los presos de dicha institución. Sinfonía Carcelaria, publicación del año 2019 de la editorial Dibbuks, narra en primera persona y sin concesiones dicha lucha, siendo una lectura muy recomendable e indispensable pese a dejarnos un agridulce sabor de boca cuando finalizamos la última de sus páginas.
“La cárcel es toda una ciudad dentro de la ciudad”
Su tebeo es un reportaje honesto, divertido y real sobre un tema muy poco documentado en términos generales. A día de hoy, la labor social del cómic rompe cada vez más y más barreras, por lo que uno de los aspectos que más nos ha gustado de esta obra es su seductora y comprometida misión, que no es otra que la de ampliar nuestros horizontes atentamente sobre los problemas y beneficios de la organización de conciertos (junto a otras actividades culturales) dentro de las cárceles. Leer acerca de dicha experiencia nos obliga a deliberar sobre cómo funciona ese mundo dentro del mundo, pues “la cárcel es toda una ciudad dentro de la ciudad”. La prisión de Fresnes es la segunda mayor cárcel del Estado francés y la otra protagonista de la historia, reflejando un espacio con sus propias leyes, tradiciones y moralidad. Las restricciones de los reos a partir del instante del encarcelamiento son constantes, convirtiendo la cárcel para ellos en un nuevo sistema que funciona de manera autónoma con sus propias normas, sus diferentes patrones de comportamiento, sistemas y códigos de comunicación, estilos de vida y su propia economía. Es lo que se denomina “subcultura carcelaria”, una con valores bastante comunes y universales pese a que esta historia se centre en una institución penitenciaria concreta del país vecino. Así, reconocemos cómo el cómic sirve valientemente como una potente arma de protesta contra el sistema carcelario en lo que a política se refiere, declaración especialmente patente en todo lo referente a recortes, hacinamiento de presos o escasez de actividad de los reos.
Quizás, el tono documental y la inmensa cantidad de datos e información proporcionada por el autor resulta abrumadora en algún punto de la lectura, pero reconocemos que nada sobra, pues pese a que se relata la situación social de Francia o se utilizan flashbacks para que seamos conscientes de cómo funciona el mundo de las prisiones con sus reglamentos e historia sin pelos en la lengua, también nos sorprenderemos con algunas verdades y mentiras sobre los tópicos más extendidos sobre los reclusos. Y es que, como indica el subtítulo del tebeo, hay “verdades y grandes historias de conciertos en la cárcel”. Porque las cárceles siempre han sido atractivas para el mundo artístico. El cine, por ejemplo, está plagado de cintas sobre el mundo carcelario, y la música no se queda atrás. Los conciertos en presidios no son ninguna novedad. Los músicos y los melómanos siempre tendremos en mente los dos conciertos que Johnny Cash dio en la cárcel estatal de Folsom, California, en 1963, evento que contó con una inmensa muchedumbre compuesta por reclusos y personal penitenciario. Tan afamado evento fue considerado como mitológico, por lo que muchos otros músicos de renombre también quisieron hacer su propio “Folsom Prison” siguiendo los pasos del señor Cash. Tal fue el caso de B. B. King, quien tocó en una cárcel solo dos años después, grabando el LP Live in Cook County Jail, álbum catalogado como uno de los mejores de la historia por la crítica musical. Más singular fue el concierto que los Sex Pistols dieron en la cárcel de alta seguridad de Chelmsford en 1976, dado que el grupo era por entonces enemigo jurado de la reina y las instituciones británicas. Gracias a estos y a otros precedentes, los conciertos en cárceles comenzaron a ser más frecuentes y artistas sensibles a la causa carcelaria y a las condiciones de vida de los reclusos, continuaron sumándose a esta lista de recitales. En el 2003, con la puesta en marcha del Itinerario Cultural de Inserción en el centro penitenciario, se multiplicaron las actividades y los conciertos en Fresnes. Duttuer expone cómo su labor en el área cultural de dicha prisión “creó sinergias de cooperación y dinamización en materia de cultura”, pues sus predecesores organizaron conciertos y obras teatrales antes de su llegada. El trabajo previo en una casa de la cultura y también con personas de las Maras en una cárcel Honduras antes de llegar a Fresnes aportó una experiencia indispensable al autor. “Los reclusos son hombres y mujeres como los demás. También tienen derecho a amar la música y disfrutarla”, reza reiteradamente Dutter en algunas páginas del tebeo, ya que, ojeando la historia de esta penitenciaría, aprendemos que Fresnes también comprende una pequeña cárcel de mujeres. A diferencia de los hombres, cuando se realiza un recital “ellas a lo que van es a bailar y se ponen guapas para estos eventos que las sacan de la rutina carcelaria”. En cambio, la normativa entre los reclusos masculinos es dispar. Los conciertos siempre se celebran a mediodía, salvo que ellos deben permanecer sentados y no tienen derecho a levantarse y bailar. En todo caso, al finalizar el evento siempre hay un periodo de interacción tremendamente importante para todos los reclusos, algo que deja huella en los propios intérpretes, cariz que el dibujante Bouqé se encarga de plasmar espléndidamente incluyendo algunas impresiones de los distintos músicos en los bocadillos de algunas viñetas. La obra está pintada con un sencillo modo bitonal que resulta altamente grato, acomodándose francamente bien al tono general del libro, sobre todo en aquellas viñetas en tono negro que evidencian letras de canciones declamando, justamente, aspectos de la vida en prisión; en otras, la parte gráfica resulta portentosamente enérgica y expresiva caricaturizando a algunos de los músicos que los admiradores del género reggae escuchamos, ya que muchas de las bandas que aceptan tocar fácilmente en la cárcel aportando su granito de arena, pertenecen a dicho género. No obstante, las colaboraciones de todo tipo de grupos son abundantes. La lectura recoge en la parte final material personal del autor, como carteles de los conciertos realizados en Fresnes, cartas de agradecimiento de los internos, fotografías reales o una guía completísima sobre las referencias musicales aportadas en la lectura con nombres de artistas que van desde la música clásica al punk, el rock, la canción francesa, latinoamericana, africana, española, catalana o vasca, algo digno de admirar, pues ratifica el amplio espectro melódico y la gran labor llevada a cabo durante los años de trabajo de Romain.
Sinfonía Carcelaria es un cómic singularmente sobresaliente hasta el final y constata que la presencia de la música en los centros penitenciarios resulta indiscutiblemente positiva para el objetivo de la reinserción. El hecho de participar en actividades culturales es una lección manifiesta para todo ser humano, nos permite evadirnos durante unas horas, conocer y alternar con gente diversa y descubrirnos a nosotros mismos. Pese a que, a día de hoy, aún quede mucho por hacer, la música es un escorzo de libertad y un elemento vital de reinserción por el que merece la pena luchar. “Con lo que hacemos solo estamos poniendo una minúscula tirita en todas las llagas carcelarias, sociales… pero esa gota de agua es fundamental, y para algunos, vital”.
Canciones con historias detrás, historias que conocemos gracias a la música… y si son historias sociales, de la clase trabajadora, mejor. Es el espíritu del programa de radio “100Fuegos”, y del libro (todavía sin título ni editorial, por cierto) que estamos preparando… y del que os vamos a ir dejando algunos adelantos en este punto de encuentro que es la web de Ovejas Negrax.
Vamos con la pregunta del millón a principios de los 2000 en todos los foros de Internet relacionados con el punk y el antifascismo en aquellos tiempos: ¿qué pasó en el Lieja?
En 2002 Non Servium era ya un fenómeno de masas. Bueno, a ver, “masas”: en el mundillo punk-hardcore. Tras cinco años en activo, su segundo disco “N.S.A. – La santa familia” era muy esperado, tras el exitazo que había sido su debut “Orgullo obrero”. Y el título del décimo corte del disco era muy claro: “¿Qué pasó en el Lieja?”
La canción de Non Servium es muy épica, tanto en la música como en la letra. Incluso de fondo se oye una batalla que parece digna del medievo. Pero, en cierto modo, se podría decir que hablan en clave. No dan fechas, no dan nombres, no sabes a qué se refieren… salvo por dos datos muy concretos: el Lieja, “en la barriada de Vallekas”.
El Lieja era un bar del rollo que había en Puente de Vallecas, en Madrid, que por aquel entonces estaba al lado de la mítica tienda Potencial Hardcore, en la calle Cerro de Garabitas. Aunque el bar tenía ya unos años, a principios de los 2000 se fue convirtiendo en el punto de encuentro de mucha peña skin antifascista, y especialmente del entorno de la banda Non Servium, la denominada NSA: Non Servium Army. “La puta NSA”, que dicen en la canción.
Y ¿qué pasó en el Lieja? Pues pasar, pasaron muchísimas cosas… entre ellas, esta. Mayo de 2001, jornada 35 de la Liga de fútbol: Rayo Vallecano- Real Madrid. Los locales tenían la permanencia encarada, mientras que los merengues podían sentenciar el campeonato si ganaban y perdía el Depor en Oviedo, por lo que muchísimos aficionados madridistas se atrevieron a ir más allá de la M30 – la carretera de circunvalación madrileña – y adentrarse en el indómito “Valle del Kas”. Los medios hablan de unos 3000 madridistas, 400 de ellos de Ultras Sur, esa tarde de domingo en el entonces Estadio Teresa Rivero (años después, la movilización de la hinchada del Rayo logró que se quitara ese reconocimiento a la presidenta del club, pero esa es otra historia…).
Los vikingos no cantaron el alirón, porque pese al 0-1, gol de Guti, y la exhibición del guardameta franjirrojo Kasey, el Depor ganó 2-3 en el Tartiere. Pero hubo otro “partido” fuera del estadio. En el Marca del día siguiente contaban que “la batalla campal que protagonizaron los miembros de la peña madridista ‘Ultras Sur’ el pasado domingo en las inmediaciones del estadio Teresa Rivero de Vallecas se produjo antes del partido (…) y tuvo su continuación a la conclusión del encuentro. Unos 400 ‘Ultras Sur’ fueron conducidos por la Policía desde la salida de la estación de metro próxima al campo del Rayo hasta el estadio y, según informaron a MARCA fuentes de la Brigada de Información de la Policía, en ese trayecto más de medio centenar se descontrolaron y realizaron destrozos en un bar con lanzamientos de botellas, según los radicales respondiendo a ataques de seguidores rayistas, y causando lesiones a varias personas, de especial gravedad al camarero de un bar que fue arrasado. La policía se vio desbordada por el ataque sorpresa y también tuvo que protegerse”.
Ya entonces la grada vallecana era claramente antifascista: quedaban atrás los tiempos en los que en el único fondo del estadio se veían banderas rojigualdas y símbolos fascistas, a cargo de grupos como Boys Franjirrojos, expulsados por los Bukaneros, ahora hinchada muy conocida y respetada en el mundillo ultra, pero entonces todavía haciéndose un nombre.
De hecho, en la prensa al hablar de los incidentes, hablan de la presencia de “ultras de izquierdas que nada tenían que ver con el Rayo”. Igualito que en el señalamiento de dos décadas después con la suspensión del partido contra el Albacete porque Bukaneros, seguidos por el resto del estadio, se mofaba del jugador visitante Roman Zozulya cantándole “puto nazi” por sus simpatías por los ultraderechistas de su país, Ucrania…
Volvemos a mayo de 2001. “Después del partido continuó la trifulca. Había programada una manifestación antifascista a las 22:00 horas, que tenía controlada el grupo de Violencia en el Deporte de la policía nacional. Este encuentro, convocado por ultras de izquierdas que nada tenían que ver con el Rayo, para enfrentarse a los Ultras Sur. Pero los radicales madridistas fueron a buscar a los Skin-Reds (sic) al bar Lieja, donde sabían que se encontraban, y allí fueron recibidos con escudos y bates de béisbol. La peor parte se la llevaron en este enfrentamiento los seguidores madridistas, ya que ocho miembros del grupo ‘Ultras Sur’ acabaron en la enfermería, uno de ellos con pinchazos producidos por un arma blanca”.
Los nazis optaron por atacar el Lieja porque, con ocasión del Rayo-Real Madrid de la temporada anterior, el plan no les había salido mal del todo: pillaron desprevenidos a quienes, ajenos al partido, estaban en el bar; aunque no exactamente como esperaban.
Hubo respuesta y autodefensa. En una web de la época, nopasaran.nodo50.org, se narraba así: “en torno a las 10:00, lo atacaron armados de cascos, cadenas, palos y botellas, (en ese momento se encontraban el bar tan solo 10 personas), 4 de los nazis consiguieron entrar en el bar a cascazos, pero lo que podía haber sido una desgracia se evitó gracias a la rápida respuesta de los presentes. Los nazis fueron expulsados del bar y en ese momento comenzó un enfrentamiento de varios minutos durante los cuales se intercambiaron botellazos en la entrada del local”.
Y en 2001 pretendían repetir el ataque, pero volvieron a salir escaldados: “gana 2-0 la puta NSA”. La batalla siguió después en los foros, tanto de Internet como de fuera, con los Ultras Sur restándole importancia a lo sucedido en Vallekas y negando que hubiera sido para tanto, que los que iban eran críos y cosas así. En cierto modo, la canción de Non Servium es una respuesta a esos comentarios, así a como quienes dentro del antifascismo les criticaban “por macarras”. ¿Y exactamente qué pasó en el Lieja? Eso, ya que hablábamos de foros, lo podemos liquidar con una frase que se usaba mucho en Internet: “solo lo saben los presentes”.
Imágenes: antifa.madrid.net y Bukaneros
Ska Beat fue un sello Británico, que lanzo singles de Ska y Rocksteady entre los años 1964 y 1967.
Ska Beat en realidad era un subsello de la firma “R & B Disc L.T.D.” fundada en 1959 en Stanford Hill (Londres), y que edito vinilos de diferentes estilos durante 25 años.
Banda punk-ska de Córdoba (Andalucía) formada hacia 1985 que lideró su vocalista, más conocido como “El Negro”.
Fueron uno de los grupos con un nombre más que reivindicativo, molesto e incluso políticamente incorrecto, pero se trataba de eso. Sus siglas significan, en fin, a buenos entendedores… En lo musical, aunque no sonaba precisamente a rosas, sí hacían honor a los cánones que el punk establecía.
En 1988 grabaron su primer trabajo, una maqueta titulada ‘A tomar por culo’ que incluía ‘Antimilitar’, ‘Jóvenes en paro’, ‘La iglesia’ y ‘PGB Ska’.
A pesar de su corta trayectoria, llegaron a ofrecer numerosos conciertos como los realizados en Sangre Española (situado en Plaza de Colon), Los patios de San Francisco, El Peruano o el patio de la antigua cárcel de Fátima, aunque el mas memorable fue su bolo de despedida en (1989) al que llamaron ‘Eso fue todo amigos’ y del que grabaron un directo.
La cassete incluía: ‘En la manifestación’, ‘ Antimilitar’, ‘Y no pago’, ‘Dios te salve cerveza’, ‘Okupa tu casa’, ‘Pisa el acelerador’, ‘Unas joticas’, ‘Jóvenes en paro’, ‘Txus’, ‘Partido de la gente del bar (PGB Ska)’, ‘Tengo, tengo, tengo’, ‘Barrio nuevo’, ‘Eskizofrenia’, ‘La iglesia’, ‘Lola’, ‘Políticos’, ‘La Guardia Civil’ y ‘Maldita heroína’.
Redacción NO80s. Reyes Sánchez
(Aportaciones: Canal Youtube atrankas ybarrankas, hechoencordoba.com, lahaine.org)
“Este no es un libro de historia de la música, ni siquiera de historia del Jazz. La verdad que es un libro sobre mis sentimientos, inquietudes y conclusiones personales sobre la música”
Rober Portu.
Quizá, simplemente, con la cita del autor (Rober Portu) con la que empezamos esta reseña, ya sería mas que suficiente para explicar el contenido de este libro, pero vamos a intentar indagar un poco más.
Estamos afinados es un libro claramente lleno de sentimientos. No solo porque se perciba en cada capitulo, que todo lo que expresado en los textos salen del interior del autor (Rober Portu), con fuerza y sentimiento. Si no que además, nos recuerda, que la música es un sentimiento que podemos percibir tanto en nuestro interior como en nuestro exterior.
A raíz de esta afirmación gira el libro. Con teorías tan interesantes, como la utilización de la música como medicina y, alternativa a ciertos medicamentos.
También pone en duda, la eficacia del actual plan en el sistema educativo infantil (asignatura de la música). Mas allá de quedarse en una simple critica, plantea diferentes alternativas para crear un interés y una motivación, a los Txikis .
En definitiva, un libro para darnos cuenta de que “estamos mas afinados” de lo que pensamos. Un libro con el que ademas por su compra ayudarás a crear espacios autogestionados . Ya que los beneficios, irán destinados para financiar el festival de Jazz oi! de Portugalete o talleres de música para Txikis en Gaztetxes, entre otras actividades.
Os dejo con mi frase favorita del libro y los espacios donde lo podéis conseguir.
“Me pregunto si no es mejor convertirse en ovejas negras que en fanáticas y fanáticos de tendencias pasajeras…”
Rober Portu (Estamos Afinados)
1-Scooters-Los Chicos están bien
2-Kamenbert- Terciopelo Aul
3-Agentes Secretos-Málaga es mi Ciudad
4-Los Flechazos-Viviendo en la Era Pop
5-Los Canguros-El Dorado
6-Sprays-Te veré a las 10
7-Los Elegantes-Me debo marchar
8-Telegrama-Chica del metro
9-Los Cautivos-No me puedes comprar
10-Brighton 64-La Próxima Vez
11-Los Buenos-Llevé a mi chica a bailar
12-Servicios a Domicilio-Comprate un avión
13-Los Scooters-Eres tú
14-Pánico Speed-Hoy Todo mal
15-Los Cardiacos-Salid de noche
16-Los Brigatones-20 días y 20 noches
17-Los Potros-Time of Love
18-Sex Museum- I’m Alone
19-Los Negativos-Moscas y Arañas
20-Los Escándalos-Donde se fue la iversión
21-Smart Dress-Coratrá otra vez
22-Los Canguros-El día que vuelvas
23-Brighton 64-La Casa de la Boma
24-Bonus Track: Kamenbert-Terciopelo Azul (Maqueta 1984)