LIBROS
DEL KULTRUM
#12 MEMORIAS / ETNOMUSICOLOGÍA / DIARIO DE VIAJE
ARETHA FRANKLIN
APOLOGÍA Y MARTIROLOGIO DE LA REINA DEL SOUL
DEL ESCRIBA DE SUS MEMORIAS, LA BIOGRAFÍA DESAUTORIZADA
DAVID RITZ
Edición y traducción de Manuel de la Fuente
David Ritz, crítico, periodista y escritor, ganador de un Grammy gracias a su colaboración con la aquí biografiada, y el único escritor galardonado en cuatro ocasiones con el Gleason Music BookAward, obtuvo también el Premio Timothy White ASCAP 2013 por su sobresaliente biografía musical When I Left Home, escrita a cuatro manos con Buddy Guy.
Ha colaborado con Ray Charles, Marvin Gaye, B.B. King, Etta James y Smokey Robinson. Ritz vive en Los Ángeles con su esposa.
SINOPSIS
Advierte, con la mayor de las solemnidades, la Reina del Soul —a propósito de la monumental biografía escrita por David Ritz—: «No malgaste su dinero en la lectura de esta biografía desautorizada». Sin ponderar en exceso el exabrupto que siguió a aquella admonición, Aretha Franklin se permitió tildarla, a continuación, de [sic]
«basurilla inmunda». Bien es cierto que arrastraban ambos un turbulento historial de felices colaboraciones y no menos tormentosas desventuras: Franklin y Ritz trabajaron juntos en la censurada confección de las edulcoradas memorias de la cantante, Aretha: From These Roots, publicadas en 1999.
Lo que no admite discusión es que Aretha Franklin irrumpió en este impío mundo en el seno de la familia de un apuesto predicador baptista, felizmente entregado a las promiscuidades que la libérrima observancia del preceptuado amor al prójimo le imponía y se prestaba a atender religiosamente; toda una superestrella por derecho propio —conviene acotar aquí que no estaba al alcance de cualquier predicador que sus sermones se grabaran y distribuyeran por doquier como grandes éxitos de la canción popular—. Sobreexpuesta al influjo de los grandes músicos y artistas que frecuentaban el hogar de su afamado progenitor, germinaría la voz de la que estaba llamada a convertirse en acaso la más prodigiosa cantante que haya dado la canción popular afroamericana. Tras dar a luz a dos hijos en su azarosa adolescencia, los dejó a cargo de los suyos para trasladarse a Nueva York y templar allí su instrumento —sin demasiada suerte en sus primeros tientos—. Habría aún que aguardar a que un inspirado productor la convenciera para que desempolvara sus raíces gospelianas, momento en el que la fama y la fortuna empezaron, finalmente, a sonreírle con la expropiación de «Respect».
La Prensa
«La voz íntima y elegante de Ritz abandona el anonimato antaño impuesto por la biografiada en sus memorias para exhumar la cara oculta del genio. Apabullante inventario de las tribulaciones, aciertos, disfunciones, iluminaciones, ambiciones y despropósitos que jalonaron la azarosa existencia de Lady Soul. En suma, un documento de época heroico, honesto, entrañable y sin censura.»
Ben Sidran
«La monumental biografía que hemos estado esperando de Lady Soul, alumbrada por David Ritz, confidente de toda una generación de estrellas de sol: Ray Charles, Smokey Robinson, B.B. King, Marvin Gaye, etc. Él es el confesor por antonomasia.
Esta su obra magna.» Joel Selvin
«No cabe duda, el libro que Ritz se ha estado preparando para escribir toda su vida. Sortear los entresijos de la complicada —y harto dolorosa— vida de Franklin permite profundizar en la apreciación del dolor y la pasión que alimentaron su música».
Gavin Edwards, Rolling Stone
«Acaso el más documentado repertorio de testimonios de la familia de la artista y de sus amistades al que hayamos tenido acceso antes.»
Emily J. Lord, Los Angeles Review of Books
«En uno de los varios casos en los que Ritz describe las decisiones desafortunadas que hizo Aretha mientras se esforzaba por ser una estrella aún más grande, él nota su rechazo inicial de una canción que John Lennon y Paul McCartney escribieron para ella, pero terminaron grabándose a sí mismos primero. Así que aquí hay un mensaje para Aretha: este libro no nos hace admirarlo menos, nos ayuda a entenderlo más. Solo deja que tu historia sea lo que es. Déjalo ser.»
Robin Talbert